Cuando las personas se mueven a pie, en bici o en transporte público, no siempre siguen las rutas “oficiales”. Lo hacen por donde se sienten más seguras, por donde hay sombra, por donde llegan más rápido o por donde simplemente se sienten mejor. Esas trayectorias espontáneas se conocen como líneas de deseo.

En la Región de Chapala, identificar estas rutas fue una parte clave del diagnóstico del Plan Integral de Movilidad y Logística (PIMLRC). Gracias a las encuestas de origen–destino, pudimos conocer por dónde se desplazan realmente las personas. Y más importante aún: qué tipo de infraestructura necesitan para hacerlo con seguridad y dignidad.

¿Qué nos dicen las líneas de deseo?

Las líneas de deseo no son solo líneas en un mapa. Son una expresión directa de cómo vivimos la movilidad:

  • Son caminos que revelan preferencias reales, no supuestos técnicos.
  • Reflejan condiciones del entorno: dónde hay banquetas, árboles, sombra, tráfico o riesgo.
  • Revelan necesidades no atendidas por la infraestructura actual.

En municipios como Poncitlán, Jocotepec y Ajijic, se identificaron rutas muy transitadas a pie o en bicicleta, muchas de ellas sin infraestructura adecuada. Esto no solo pone en riesgo a quienes las usan, sino que también limita el derecho a moverse con libertad.

¿Por qué incluirlas en el Plan de Movilidad?

Conocer las líneas de deseo permite que el PIMLRC no solo diseñe soluciones “desde el escritorio”, sino desde el territorio. Incorporarlas en el análisis permite:

  • Optimizar recursos públicos, invirtiendo donde de verdad se necesita.
  • Reducir riesgos viales y mejorar la seguridad para quienes caminan o pedalean.
  • Diseñar calles más humanas, adaptadas a la vida real de las comunidades.
  • Respetar la forma en la que el entorno ya es usado por quienes lo habitan.

Este enfoque reconoce que la movilidad no es solo una cuestión de autos y carreteras, sino de personas, decisiones cotidianas y dinámicas locales.

Movernos por donde queremos, no por donde nos toca

Cuando una persona cruza por un camino de tierra en lugar de una acera, está enviando un mensaje. Tal vez el camino oficial es más largo, está en mal estado o simplemente no existe. Las líneas de deseo nos enseñan a escuchar lo que el territorio ya nos está diciendo.

Desde AIPROMADES, creemos que una movilidad digna y sostenible debe empezar por reconocer cómo la gente ya se mueve, no por imponer cómo debería moverse.

El Plan de Movilidad de la Región de Chapala escucha, observa y transforma esa realidad.

¿Y tú, por dónde caminas?

Te invitamos a reflexionar:

  • ¿Qué caminos prefieres usar para moverte?
  • ¿Hay espacios seguros y accesibles en tu comunidad?
  • ¿Cuáles son tus rutas de todos los días?

Tu experiencia también es parte del plan.
Sigue leyendo nuestro blog y conoce cómo estamos trabajando, junto a comunidades y gobiernos locales, por una región más conectada, segura y justa.